Fue un día lluvioso, apto para un cuento de suspenso... Nos juntamos los dos grados y las dos maestras a disfrutar de la lectura.
Lectura: "El almohadón de plumas" de Horacio Quiroga
Hablamos sobre los síntomas de la muchacha enferma: vómitos, anemia, desmayos, bajo peso, debilidad, alucinaciones. Como era ella y que esperaba del marido.
Iván se imaginó un parásito, como el piojo, por las pistas que nos daba el autor.
Horacio Quiroga
Nació el 31 de diciembre de 1878
en Salto, Uruguay. Siempre fue buen deportista y amante de la mecánica y la
construcción, pero además a los veintidós años comenzó sus primeros tanteos
poéticos. Descubrió la obra de Leopoldo Lugones y Poe, que marcaron claramente
su escritura. En sus cuentos reina una atmósfera de alucinación, crimen, locura
situada en la Naturaleza salvaje de la selva. Quiroga legó a los jóvenes
escritores su famoso Decálogo del perfecto cuentista que resumía de manera
perfecta su propio estilo: una prosa precisa, estilizada y contundente al mismo
tiempo, que lo convirtió en maestro del relato breve. Horacio Quiroga ha dejado
para la posteridad algunas de las piezas más terribles, brillantes y
trascendentales de la literatura hispanoamericana del siglo XX.
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